Náuseas por radiación

Perspectiva general

El síndrome de irradiación aguda es el daño que le ocasiona al cuerpo recibir una gran dosis de radiación, por lo general, durante un período breve. A esto se lo conoce como síndrome de irradiación aguda. La dosis absorbida, es decir la cantidad de radiación que absorbió el cuerpo, determina la gravedad de la enfermedad.

El síndrome de irradiación aguda también recibe el nombre de síndrome de radiación aguda o intoxicación por radiación. Los estudios por imágenes comunes con fines médicos que usan bajas dosis de radiación, como las radiografías, las tomografías computarizadas y los exámenes de radiología nuclear, no causan el síndrome de irradiación aguda.

Aunque el síndrome de irradiación aguda es grave y, a menudo, mortal, no es frecuente. Desde la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los casos de síndrome de irradiación aguda se produjo después de accidentes en plantas nucleares, tales como el incendio de 1986 que dañó la central nuclear de Chernobyl, Ucrania.

Síntomas

La gravedad de los síntomas del síndrome de irradiación aguda está sujeta a la cantidad de radiación que absorbiste. Esa cantidad depende de la potencia de la energía irradiada, el tiempo de las exposiciones y la distancia entre la persona y la fuente de radiación.

El tipo de exposición, ya sea de cuerpo completo o parcial, también influye en los síntomas. La gravedad del síndrome de irradiación aguda también depende de la sensibilidad del tejido afectado; por ejemplo, el aparato digestivo y la médula ósea son sumamente sensibles a la radiación.

Síntomas iniciales

Por lo general, los primeros síntomas tratables del síndrome de irradiación aguda son las náuseas y los vómitos. La cantidad de tiempo entre la exposición y el momento en que se manifiestan estos síntomas son indicios de cuánta radiación absorbió una persona.

Después de la primera serie de síntomas, una persona con el síndrome de irradiación aguda podría tener un período breve sin enfermedad aparente, seguido del comienzo de nuevos síntomas más graves.

Si la exposición fue leve, los síntomas pueden aparecer con el paso de las horas o las semanas. No obstante, si hubo una exposición de alto grado, pueden comenzar minutos o días después de la exposición.

Entre los posibles síntomas están los siguientes:

  • Náuseas y vómitos
  • Diarrea
  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Mareos y desorientación
  • Debilidad y fatiga
  • Caída del pelo
  • Vómitos y heces con sangre a causa de la hemorragia interna
  • Infecciones
  • Presión arterial baja

Cuándo debes consultar con un médico

Un accidente o ataque que cause el síndrome de irradiación aguda se convertiría en un asunto de interés público y recibiría mucha atención. Si esto sucediera, escucha los informes de radio, televisión o Internet para conocer las instrucciones de emergencia de tu área.

Si sabes que estuviste sobreexpuesto a la radiación, busca atención médica de emergencia.

Causas

Estar expuesto a una dosis alta de radiación puede causar el síndrome de irradiación aguda. La radiación es la energía liberada por los átomos, ya sea como ondas o partículas de materia diminutas.

El síndrome de irradiación aguda tiene lugar cuando una radiación de alta potencia daña o destruye determinadas células del cuerpo. Las células de la médula ósea y el revestimiento del tubo intestinal son las zonas del cuerpo que tienen mayor riesgo de sufrir los efectos de la radiación de alta potencia.

Factores de riesgo

La exposición a una fuente de altas dosis de radiación aumenta el riesgo para el síndrome de irradiación aguda. Las fuentes de altas dosis de radiación incluyen las siguientes:

  • Accidente en una instalación industrial de energía nuclear
  • Ataque a una instalación industrial de energía nuclear
  • Explosión de un dispositivo radioactivo pequeño
  • Envío de material radioactivo mediante un dispositivo explosivo, que recibe el nombre de bomba sucia
  • Explosión de un arma nuclear

Complicaciones

El síndrome de irradiación aguda puede contribuir a la aparición de problemas de salud mental de corta y larga duración, como aflicción, miedo y ansiedad relacionados con lo siguiente:

  • Sufrir un accidente o un ataque radioactivo
  • Estar de luto por los amigos o los familiares que no sobrevivieron
  • Lidiar con la incertidumbre de padecer una enfermedad misteriosa y potencialmente mortal
  • Preocuparse por el riesgo eventual de contraer cáncer debido a la exposición a la radiación

Prevención

En caso de que ocurra una emergencia por radiación, escucha la radio o mira la televisión para saber qué medidas de protección recomiendan las autoridades locales, estatales y federales. Las medidas dependerán de la situación, pero se te indicará que permanezcas en el lugar o que evacues el área.

Refugio en el lugar

Si te recomiendan quedarte en el lugar donde estés, ya sea en tu casa, en el trabajo cualquier otro lugar, haz lo siguiente:

  • Cierra y traba todas las puertas y ventanas.
  • Apaga los ventiladores, aires acondicionados y unidades de calefacción que traen aire de afuera.
  • Cierra los reguladores de tiro de la chimenea.
  • Trae a las mascotas adentro de la casa.
  • Trasládate a una habitación interna o al sótano.
  • Permanece atento a la red de respuesta de emergencia o a las noticias locales.
  • Quédate en la casa durante al menos 24 horas.

Evacuación

Si te recomiendan evacuar, sigue las instrucciones de las autoridades locales. Trata de permanecer calmado y desplázate rápida y ordenadamente. No lleves mucho equipaje, pero lleva provisiones, entre ellas:

  • Linterna
  • Radio portátil
  • Pilas (baterías)
  • Botiquín de primeros auxilios
  • Medicamentos necesarios
  • Alimentos envasados, como enlatados y agua mineral en botella
  • Abrelatas manual
  • Dinero en efectivo y tarjetas de crédito
  • Ropa adicional

Ten en cuenta que la mayoría de los vehículos y refugios de emergencia no aceptan mascotas. Llévalas contigo solamente si conduces tu propio vehículo y te diriges a un lugar que no sea un refugio.

Diagnóstico

Cuando una persona ha sufrido una exposición conocida o probable a una dosis de radiación elevada, producto de un accidente o un ataque, el personal médico toma una serie de medidas para determinar la dosis de radiación absorbida. Esta información es esencial para determinar la posible gravedad de la enfermedad, los tratamientos que se pueden usar y las probabilidades de que la persona sobreviva.

La información importante para determinar una dosis absorbida incluye la siguiente:

  • La exposición conocida. Los detalles sobre la distancia desde la fuente de radiación y la duración de la exposición pueden ayudar a proporcionar una estimación aproximada de la gravedad del síndrome de irradiación aguda.
  • Vómitos y otros síntomas. El tiempo entre la exposición a la radiación y la aparición de vómitos es un medio de detección bastante preciso para estimar la dosis de radiación absorbida. Cuanto antes aparezcan los vómitos, mayor será la dosis. La intensidad y el momento de aparición de otros síntomas también pueden ayudar al personal de atención médica a determinar la dosis absorbida.
  • Análisis de sangre. Mediante análisis de sangre frecuentes, que se realizan durante varios días, el personal de atención médica puede observar si disminuye la cantidad de glóbulos blancos que combaten las enfermedades y si se presentan cambios anormales en el ADN de las células sanguíneas. Estos factores indican el grado de daño de la médula ósea, que se determina por el nivel de dosis absorbida.
  • Dosímetro. Un dispositivo que se conoce como dosímetro puede medir la dosis absorbida de radiación, pero solo si estuvo expuesto al mismo evento de radiación que la persona afectada.
  • Medidor de radiación. Se puede utilizar un dispositivo, como un contador Geiger, para realizarles pruebas a las personas y determinar la ubicación de las partículas radioactivas en el organismo.
  • Tipo de radiación. Una parte de la respuesta de urgencia más amplia a un accidente o ataque radioactivo consistiría en identificar la forma de exposición a la radiación. Esta información podría orientar algunas decisiones sobre el tratamiento de las personas con síndrome de irradiación aguda.

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento para las náuseas por radiación son prevenir una mayor contaminación radioactiva; tratar las lesiones potencialmente mortales, como las quemaduras y el traumatismo; reducir los síntomas y controlar el dolor.

Descontaminación

La descontaminación implica eliminar las partículas radiactivas externas. Al sacarse la ropa y los zapatos, se elimina aproximadamente el 90 % de la contaminación externa. Al lavar la piel suavemente con agua y jabón, se eliminan las partículas radioactivas.

La descontaminación evita que los materiales radiactivos se diseminen más. También disminuye el riesgo de contaminación interna mediante la inhalación, la ingesta o las heridas abiertas.

Tratamiento para la médula ósea lesionada

Una proteína que se conoce como factor estimulante de colonias de granulocitos, la cual promueve el crecimiento de los glóbulos blancos de la sangre, puede contrarrestar el efecto del síndrome de irradiación aguda en la médula ósea. El tratamiento con medicamentos basados en esta proteína, que comprenden el filgrastim (Neupogen), el sargramostim (Leukine) y el pegfilgrastim (Neulasta), puede aumentar la producción de glóbulos blancos y prevenir infecciones posteriores.

Si tienes daño de médula ósea grave, también puedes recibir transfusiones de glóbulos rojos o plaquetas.

Tratamiento para contaminación interna

Algunos tratamientos pueden reducir el daño causado por las partículas radioactivas a los órganos internos. El personal médico solo te sometería a estos tratamientos si estuviste expuesto a un tipo específico de radiación. Estos tratamientos comprenden los siguientes:

  • Yoduro de potasio. Este es un tipo no radioactivo de yodo. El yodo es esencial para el buen funcionamiento de la tiroides. Si estás expuesto a una cantidad significativa de radiación, tu tiroides absorberá yodo radioactivo (radioyodo) de la misma manera que lo haría con otras formas de yodo. Con el tiempo, el radioyodo se elimina del cuerpo por la orina.

    Si tomas yoduro de potasio, puedes cubrir las necesidades de la tiroides y prevenir la absorción de radioyodo. El yoduro de potasio no es un remedio universal y es más eficaz si se lo toma dentro del primer día de la exposición.

  • Azul de Prusia (Radiogardase). Este tipo de tinte une las partículas de los elementos radioactivos que se conocen como cesio y talio. Las partículas radioactivas luego salen del cuerpo a través de las heces. Este tratamiento acelera la eliminación de las partículas radioactivas y reduce la cantidad de radiación que pueden absorber las células.
  • Ácido dietilentriamino pentaacético. Esta sustancia se une a los metales. El ácido dietilentriamino pentaacético se une a las partículas de los elementos radioactivos plutonio, americio y curio. Las partículas radioactivas salen del cuerpo a través de la orina. Esto reduce la cantidad de radiación absorbida.

Tratamiento de apoyo

Si tienes el síndrome de irradiación aguda, puedes recibir medicamentos adicionales o intervenciones para tratar lo siguiente:

  • Infecciones bacterianas
  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Diarrea
  • Náuseas y vómitos
  • Deshidratación
  • Quemaduras
  • Llagas o úlceras

Atención de pacientes terminales

Una persona que ha absorbido cantidades muy grandes de radiación tiene pocas probabilidades de recuperarse. Según la gravedad de la enfermedad, la muerte puede producirse en dos días o dos semanas. Las personas que estuvieron expuestas a una dosis letal de radiación recibirán medicamentos para controlar el dolor, las náuseas, los vómitos y la diarrea. También podrían beneficiarse de recibir atención psicológica o pastoral.

Last Updated Feb 13, 2024


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